OÑATI COMMUNITY

Una rola entre el Kalimotxo, las Kuadrillas y el Pintxo-poteo*

7 Dec 2016 16:25 | Monica Natalia Acosta Garcia (Administrator)

El País Vasco o Euskadi poco suena fuera de sus 7.234 km² de extensión. Cuando aparece en las noticias es por su proceso de paz, su gastronomía, lugares de interés y cooperativas. Pero poco se dice sobre su entramado social y su forma de organización. Y es que para sobrevivir en un pueblo de 11 mil habitantes, una rola como yo (acostumbrada a los 9 millones de habitantes que tiene Bogotá) debía conocer su movida. Llegué a Oñati a estudiar el Master Internacional de Sociología Jurídica, y aunque quisiera hablar sobre mi experiencia académica en el Instituto, en este espacio me gustaría contarles brevemente las costumbres interesantes que he logrado percibir  y “vivir” en este acogedor pueblito vasco.  

La noche comenzó preguntándole a uno de mis amigos vascos si podía conocer a sus amigos. ¡Claro! Pensé, la forma de integrarme a un lugar donde pasaría algunos meses de mi vida, sería ir a tomar un par de cervezas y conocer los bares del pueblo a través de su gente. Llegué a la taberna en donde estaban después de la media noche. Yo sin saber que tenía que cumplir ciertos parámetros para poder ir “formalmente” con ellos a tomar Kalimotxo o varios Zuritos (palabras que para ese momento sonaban ajenas), empecé a notar que era la única mujer de su grupo de amigos. Me presentó en su Kuadrilla, sin embargo, como muchas cosas que funcionan en Euskadi con base en la solidaridad, la organización y el orden tenía que conocer una serie de “reglas” (implícitas la mayoría).

En primer lugar, la dinámica usual (o por lo menos acá en Oñati) es que las Kuadrillas los días de encuentro están conformadas por solo mujeres o por hombres, pocas veces son mixtas, pues los ajenos a la Kuadrilla (los extranjeros como yo) pueden estar con ellos después de cierta hora de la noche, después de vivir por largos meses en el pueblo o si han organizado con anterioridad que estarán con un determinado grupo de amigos, del trabajo o con quienes practican algún deporte (entre otras razones). Dicha realidad es muy alejada de la vida citadina en la que crecí, por lo que con un buen amigo del Master empezamos a idear la manera para conocer gente. Así identificamos que saber algunas frases en Euskera era importante, como las horas y los días en los que la mayoría de personas salían.    

Por lo tanto, uno de los lugares de encuentro “tan antiguo y arraigado en la sociedad vasca” e  importante es el Poteo (otro, las sociedades gastronómicas, pero no tengo espacio para describirlo). Aunque el poteo lo realizan con naturalidad, para nosotros solo los días jueves se volvieron importantes. Para los Oñatiarras es el día de Pintxo-Pote, un día fascinante, en el que  te contagias de la energía de la gente, todos hablando Euskera, pero los extranjeros solo entendiendo Kalimotxo, Zuritos y Kañas. Acá se ve la misma dinámica de división de género, pero también se ven muchas familias y muchos niños. Es que la vida social en Oñati se hace en la calle. La calle es su medio de socialización. Y fue ahí en donde conocí a Ana, una colombiana que lleva viviendo algunos años acá.

Luego de encontrarme primero con ella y en algunas ocasiones con las chicas de su Kuadrilla, durante los últimos 6 meses (luego de que mis amigos del Master se fueron) ellas me han dado la posibilidad de vivir con más intensidad las costumbres oñatiarras. Un día especial con ellas, empieza de Poteo hacia la 1 pm, cumpliendo otra de las “reglas”: hacer el bote (una colecta económica). El bote se le da a quien será la encargada de pedir la misma ronda para todas en cada bar que visitamos. Luego vas a comer y terminas con unos buenos cubatas. Cuando se acerca la noche sales de nuevo de Poteo (de 7 a 9 pm aproximadamente), vas a cenar (hasta la media noche, horas en las que no encontrarás mayor movimiento de gente) y para finalizar el día te vas de fiesta, hasta el amanecer. Aunque a primera vista los oñatiarras (y en general los vascos) son catalogados como tímidos, fríos y cerrados, ¡no lo son! Conociéndolos poco a poco (y en particular compartiendo con las chicas), es como he vivido mi último año en Oñati. Con sus calles y bares, su gente amable y generosa, y su forma cotidiana de socializar: el Kalimotxo, el Zurito, el Pintxo-pote y la Kuadrilla.

Herri Eguna con el traje de caserita típico vasco

El disfraz de la Kuadrilla, en Oñati (2016)

* Para aclarar algunos términos, primero la definición de la RAE seguido del significado dado por los vascos en algunas páginas de internet. Calimocho: 1. m. Esp. Bebida que consiste en una mezcla de vino tinto y refresco de cola (RAE). Kalimotxo: “Nombre que proviene de la mezcla de dos miembros de una Kuadrilla del Puerto Viejo de Algorta apodados Kalimero y Motxo”. Cuadrilla: 1. f. Grupo de personas reunidas para el desempeño de algunos oficios o para ciertos fines. Cuadrilla de albañiles, de malhechores. 2. f. pandilla (grupo de amigos) (RAE). Kuadrilla: “Grupo de amigos, de toda la vida, que comparten txikitos, anécdotas y el bote. Unidos en los buenos momentos cuando van de Sagardotegi, y en los malos, cuando pierde el Athletic o La Real”. Potear: 1. intr. Nav. y P. Vasco. Ir de un bar a otro tomando vasos o potes de vino (RAE). El Pintxo-Pote: “ir de bar en bar con los amigos bebiendo baxoerdis o potes (medios vasos o zuritos), de vino, cerveza y comiendo pintxoak txiki”    

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