Conoce a nuestra Kuadrilla: Entrevistas con el alumnado de la Maestría del IISJ
Serie de entrevistas semanales por Pamela Teutli y Emma Hyndman
Los estudiantes de maestría David López Martínez (Colombia) y Narith Non (Cambodia) son compañeros de cuarto, compañeros de clase y amigos. Platicamos con ellos sobre su relación, que han aprendido en Oñati y sobre lo que su amistad significa para ellos. David y Narith se llevaron bien desde el primer momento y frecuentemente los puedes encontrar cocinando juntos en la residencia o compartiendo notas en clase. Fueron muy amables en ofrecerse como voluntarios para esta primera entrevista de una continua serie llamada “Conoce a nuestra Kuadrilla”. Estas entrevistas buscan que la Comunidad de Oñati tenga la oportunidad de conocer a los actuales estudiantes de maestría. Les hicimos unas algunas preguntas iniciales a David y Narith y luego les dimos la oportunidad de entrevistarse el uno al otro.
Que lo disfruten!
*Nota del editor: Esta entrevista ha sido condensada y editada para mayor claridad

Entrevistadora: ¿Cómo decidieron venir al IISJ en Oñati?
Narith: Para ser honesto, no sé que hacer con mi vida. Después de graduarme como abogado, quería trabajar en el sector privado pero estaba perdido. Tenía un amigo en Cambodia que estuvo de intercambio de la Universidad de Indonesia y él fue quién me compartió la información sobre Oñati. Decidí aplicar y fui exitosamente aceptado, entonces aquí estoy. Vine aquí a probar y ver que nuevas cosas pudiera aprender.
Ya han pasado dos o tres meses desde que llegué y encuentro que todo es hermoso aquí, inclusive todo el nuevo conocimiento. Nunca me he arrepentido de haber venido. Todo lo que he aprendido ha sido muy satisfactorio.
David: El venir aquí ha sido una grandiosa e interesante experiencia. Hay tantos temas por entender, tantas culturas, tantas cosas nuevas que he logrado aprender en tan solo un par de meses. Yo estoy en una situación similar a la de Narith, no tengo idea de lo que quiero hacer con mi vida. En la carrera de Derecho estaba interesado en sociología y antropología. Algunos profesores y amigos me sugirieron venir a Oñati a estudiar porque es el programa más importante de este estilo en todo Europa.
German Bernal, mi profesor de sociología del derecho, me sugirió por primera vez este programa. El vino a Oñati como visiting scholar hace unos veinte años. Andrés Abel Rodríguez también influenció mi decisión de aplicar a este programa, el pasó tiempo en Oñati durante su post-doctorado. Finalmente, cuando conocí a Mauricio García de XXX, el me convenció que el Instituto es uno de los lugares más interesantes en el mundo para estudiar sociología del derecho.
David: Ka [el apodo de Narith], ¿cómo haz percibido la multiplicidad de culturas?
Narith: Hay muchas culturas y personas viviendo aquí, diferentes personas de diferentes lugares. Cuando estaba en mi país, no conocía mucho sobre otros países. Tenía una perspectiva de los Estados Unidos, que no aceptan personas musulmanas, por ejemplo. Pero aquí las personas son muy amables, aceptante a los migrantes. No les preocupa la competencia laboral, y aceptan diferentes religiones y culturas. Son muy amables, creo que esto es algo muy positivo.
Narith: ¿Cómo te sientes viviendo en Oñati? ¿Cuándo ves a otras personas de Colombia te sientes como en casa o te da nostalgia?
David: Es una cuestión de sentimientos encontrados. Es bueno el hecho de que hay una multiplicidad de culturas que están combinadas en una región geográfica pequeña. Me impresiona mucho esta situación. Tal vez esto nos está motivando a retener una sensación de unión que va más allá de los espacios continentales. La coexistencia de muchas culturas, muchos contextos, personalidades. Todas las personas tienen algo importante que enseñarnos. En esta maestría aprendes de las experiencias de los demás, de sus visiones, su lenguaje, pero lo más importante aprendes de sus historias.

Entrevistadora: ¿Qué han aprendido el uno del otro y cómo ha sido su relación como compañeros de cuarto, de clase y amigos?
David: Para mí ha sido sorprendente que somos tan similares. Compartimos muchas sensibilidades acerca del mundo. He admirado la disposición de Narith de escuchar a los demás en sus diferentes idiomas, su habilidad para aprender. Hay mensajes sobre el budismo que he aprendido de él. Por ejemplo, la idea de que la razón por la que estás vivo es para dar. Escucho las historias de Narith sobre su contexto, la historia de Cambodia con Khmer Rouge, sus costumbres.
Narith: Yo también he aprendido mucho de ti. David es una persona muy disciplinada! A veces no es tan disciplinado pero una manera positive. Yo pospongo mi alarma si estoy viendo la tele y quiero seguir viéndola en vez de leer, pero David pospone su alarma mientras está leyendo para poder leer más. Siempre quiere seguir leyendo. Yo intento aprender de él pero es difícil. Es muy inteligente y disciplinado. Intento observar la forma en que come, como vive, trato de percibir su contexto en su país. ¿Qué es lo que lo hace así? A veces, cuando me lo cuestionó, se lo preguntó.
David: Tú tienes muchas frases que me recuerdan a la sabiduría popular en Colombia. Disfrutas la simplicidad de la vida con las personas. Por ejemplo, he admirado tu sensibilidad con la naturaleza. Cuando vamos caminando, tú ves hacía arriba a los arboles y preguntas que tipo de árboles son y las plantas que nos rodean.
Narith: Yo tengo una razón para ser sensible con la naturaleza, porque vengo de un contexto de agricultura, mi familia trabaja la tierra. Pero tú también tienes un gran amor por la naturaleza, de cualquier tipo! Cuando fuimos a Urrbia no querías perderte la oportunidad de ir hasta la cima, sin importar que algunos de nosotros estábamos dudando porque hacía mucho frío. Te gusta pasar tiempo en el bosque y ver la naturaleza, aprender de estos lugares y de las personas.
David: Yo admiro tus historias.
Narith: ¿Sobre qué?
David: Sobre todo. ¿Te acuerdas de la gacha?
Narith: Sí, sí me acuerdo.
David: Es una historia sobre el sufrimiento causado por la dictadura. Narith me contó sobre la comida que prepara y una forma especial de preparer el arroz--
Narith: Usamos muy poco arroz para alimentar a muchas personas. Tal vez una taza de arroz sin cocer puede alimentar hasta 5 o 6 personas. Esto comenzó durante la dictadura. La gente se estaba muriendo de hambre porque el gobierno solo daba una taza de arroz para alimentar a cientos de personas y lo empezaron a mezclar con vegetales. David siempre aprecia este tipo de historias.
"En esta maestría puedes aprender de todas las personas. Su lenguaje, su contexto, pero lo más importante, sus historias".